Un desayuno para recordar

Despertar cada mañana con un desayuno variado fue un verdadero placer. La ubicación era ideal para explorar la ciudad a pie, y el personal hacía que te sintieras como en casa.

Sin embargo, la habitación tenía problemas de insonorización y el colchón era bastante incómodo, lo que hizo que algunas noches fueran difíciles. Esperaba más de un hotel que prometía tanto.

Haz un esfuerzo por verificar la oferta de desayuno, algunos días puede que tenga opciones limitadas.

Las habitaciones son amplias y están reformadas. ¡Ubicación perfecta, a un salto de la estación y puedes recorrer la ciudad cómodamente!

El desayuno es tan variado como un disco rayado, repetitivo como el mismo chiste.

El agua de la ducha era inestable, pero la limpieza del lugar fue decente.

La ubicación facilita visitar lugares como el Coliseo y el Foro Romano. Caminar por Via Nazionale y explorar las pequeñas boutiques en Monti fue una experiencia genial. En el desayuno había buena selección de pasteles y café, lo que hacía las mañanas agradables.

El aire acondicionado no funcionaba bien y hubo problemas con la presión del agua en la ducha. La limpieza no fue la mejor durante mi estancia.

el desayuno incluía una buena variedad, aunque sencillo, y la cama era enorme y cómoda. la ubicación facilita explorar la ciudad a pie y acceder al transporte público.

el aire acondicionado no funcionaba adecuadamente.

me encantaría volver

La habitación era cómoda y bien equipada. Tenía aire acondicionado, TV de pantalla plana, un minibar solo con agua, y un baño privado espacioso con secador y duchas decentes. El desayuno incluía buena calidad aunque poca variedad. El hotel está cerca de la estación de Termini, perfecto para moverse por la ciudad.

Ay, delicias que sorprenden! Los dulces caseros del desayuno son como un abrazo a la panza, cada bocado sabía a gloria. nos encantó que la segunda habitación era un lujo, ¡mucho mejor que lo que esperábamos! La cama era cómodísima y el cuarto de baño estaba muy bien equipado.

Pero, oye, el hotel estaba en renovación y había más polvo del que una galleta necesita. Pedí un plancha tantas veces que parecía un disco rayado. Y la aire acondicionado. ¡madre mía! Tardó como una eternidad en enfriar la habitación en un día caluroso.

El personal fue increíblemente amable y hospitalario, creando un ambiente cálido y acogedor. Despertar cada mañana y disfrutar de una variedad de pasteles deliciosos fue un verdadero placer, haciéndonos sentir como en casa. Sin embargo, la presión del agua en la ducha era deficiente, lo que hizo que ducharse fuera una pequeña odisea. Además, el ascensor era muy lento y daba la sensación de estar en una película de los años 80. Las camas no eran del todo cómodas, lo que afectó nuestro descanso.

Fue una opción adecuada para una pausa de fin de semana en Roma con muy buena relación calidad precio. La limpieza era bastante buena y nos dejaron acceder al buffet de desayuno un poco antes de la hora oficial. Si te alojas, asegúrate de preguntar sobre el desayuno temprano.

Disfruté mucho del delicioso desayuno con croissants y pasteles. La habitación, aunque un poco en desmejorada, fue cómoda. Lástima que el agua de la ducha siempre estuviera fría. 😅

Sin embargo, la limpieza fue estupenda y las camas, bastante cómodas, me permitieron descansar después de disfrutar de deliciosas tapas en los bares cercanos.

La habitación era bastante amplia y cómoda, con colchones y almohadas que parecían de buena calidad. Tenía un armario grande, así que no había problemas con el espacio. Pero ahí se acabaron las cosas buenas. En varios días no tuvimos agua caliente y la presión era mala, casi imposible ducharme tranquilamente. Además, el baño parecía necesitar una remodelación. No era lo que esperaba para un hotel de 3 estrellas, pero al menos estaba limpio. La cercanía a la estación de Termini fue un alivio, aunque eso no salvó la experiencia del todo.